Trinidad, Corazón del Llano.

El municipio de Trinidad, por su ubicación Geoestratégica, en territorios totalmente planos, bañados por las aguas de los majestuosos ríos Meta, Guachiría y Pauto, este ultimo alberga sobre su margen izquierda, el bello y criollísimo de Trinidad, conocido como “El corazón del llano”

y cuna del valeroso y temible lancero Ramón Nonato Pérez, quien se convirtió en un centauro para la gloria de los triniteños. El parque principal de Trinidad, lleva su nombre, y la academia boyacense de historia, erigió un monumento a su nombre.

Este pueblo criollo, desde el mismo momento en que la Asamblea de Boyacá expide la ordenanza Nº 21 de 1951, por el cual se le daba la categoría de municipio, se convirtió en un eje de desarrollo de la región nororiental del departamento, pues esta era la vía de comunicación mas cercana del llano bravío con la modernización. Fue tanto el auge de este municipio en los años 70s y 80s, que empresas nacionales emprendieron grandes proyectos, como ECA, hoy la (Aeronáutica Civil), construyó toda una infraestructura para un aeropuerto regional, que aun hoy subsiste; y tras de este aerolíneas nacionales como Avianca y regionales como Satena y el Venado, establecieron rutas disímiles como Trinidad-Sogamoso-Bogotá y Trinidad-TAME, y eran los medios de transporte de carga y pasajeros mas rápidos. Pero otros medios alternativos de transporte que subsistieron bien entrados los 90s , fue el transporte fluvial, que sin duda fue el que quizá mas le dio empuje a esta región, pues desde épocas de la pos-colonia, los jesuitas, convirtieron al río Pauto en la vía de movilización para abastecer sus misiones establecidas en las estribaciones de la cordillera oriental desde San José de Pore en el puerto de la Plata, hasta Chire, hoy San Rafael de Guanapalo. En los años 70s, el comercio por el río fue que tuvo un mayor empuje, pues la actividad ganadera empezaba a perfilarse como uno de los primeros renglones de la economía de este poblado, seguido de algunos comerciante provenientes del interior del país, que en un solo establecimiento se podía encontrar desde una puntilla, cemento hasta corsetería fina con la cerveza y el aguardiente Onix, que no podía faltar. El transporte fluvial se hacia en grande remolcadores con motor fijo, que transportaban la sal y el alambre para los almacenes de la Caja Agraria y otros remolcadores mas pequeños, comercializaban la cerveza, víveres, combustibles y hasta “ mujeres de la vida fácil” llegaban con este comercio. Estas embarcaciones llevaban a su regreso hasta Puerto López ( Meta), ganado, algunos de estos con capacidad, de hasta mil novillos, y especies menores como marranos, gallinas y algunos productos de pan coger, como el cacao, yuca, aguacate, plátano, caña entre otros.

Recomendaciones generales

Preferiblemente tener vacuna contra fiebre amarilla y seguir recomendaciones de lucha contra influenza.